Acabo de leer una noticia sobre un libro de reciente publicación escrito por Gad Saad, titulado "The Parasitic Mind: How Infectious Ideas Are Killing Common Sense" (versión en español). Saad es un profesor universitario experto en la psicología evolucionista, y aplica los conceptos de este campo al mundo empresarial. De hecho es profesor de marketing en una escuela de negocios.
La mente parasitaria
Gad Saad, profesor de marketing y teórico evolutivo, propone en su libro el concepto de "mente parasitaria". Este término describe cómo ciertas ideas, similares a parásitos, pueden infectar y distorsionar el pensamiento humano, alejándolo de la razón y el sentido común.
Según Saad, las ideas parásitas se propagan como virus, replicándose y extendiéndose de una mente a otra. Estas ideas manipulan las emociones, los miedos y los deseos de las personas, debilitando su capacidad para pensar críticamente. Al igual que los parásitos biológicos, las ideas parasitarias se benefician a sí mismas a expensas de sus anfitriones humanos, quienes pueden terminar adoptando posturas irracionales o destructivas.
Un ejemplo destacado por Saad es la corrección política, que, según él, actúa como un parásito mental al restringir la libertad de expresión y fomentar la autocensura. Esta dinámica puede limitar el debate abierto y sofocar el pensamiento crítico, ya que las personas evitan discutir ideas que podrían ser consideradas políticamente incorrectas. La corrección política, entonces, no solo afecta la conversación pública, sino que también puede inhibir la innovación y el progreso intelectual.
Saad también analiza el papel de las instituciones educativas y los medios de comunicación como vectores de estas ideas parásitas. Argumenta que muchas universidades y medios se han convertido en plataformas para la propagación de ideologías específicas, priorizando doctrinas sobre hechos y evidencias objetivas. Esto, según Saad, contribuye a la formación de una mentalidad colectiva que favorece la conformidad ideológica en lugar del pensamiento independiente.
Para combatir esta infección mental, Saad aboga por un retorno a los principios de la razón y la ciencia. Promueve una educación que valore la evidencia empírica y fomente el escepticismo saludable hacia las ideologías predominantes. Solo reconociendo y resistiendo activamente estas ideas parásitas, sostiene Saad, se puede preservar la capacidad de pensamiento crítico y la libertad intelectual en la sociedad.
En conclusión, el concepto de "mente parasitaria" de Gad Saad ofrece una perspectiva provocadora sobre cómo ciertas ideas pueden dominar el discurso cultural de manera perjudicial. Su propuesta subraya la importancia de un compromiso renovado con la racionalidad y el libre pensamiento para evitar que estas ideas destruyan el sentido común y la lógica en nuestra sociedad.
La muerte por mil cortes de Occidente
Gad Saad, en su obra y análisis cultural, introduce el concepto de "muerte por mil cortes de Occidente" para describir cómo múltiples factores y movimientos ideológicos están erosionando lentamente los fundamentos de las sociedades occidentales. Esta metáfora sugiere que no es un único evento catastrófico el que amenaza a Occidente, sino una acumulación de pequeñas, pero constantes, amenazas que, en conjunto, pueden debilitar y eventualmente destruir los valores y principios que han sostenido a estas sociedades.
Fragmentación Cultural e Ideológica
Saad argumenta que la fragmentación cultural e ideológica es una de las principales fuerzas detrás de esta "muerte por mil cortes". Movimientos como el multiculturalismo extremo y la corrección política, aunque bien intencionados en su búsqueda de inclusividad y justicia social, pueden llevar a una fragmentación social donde los valores comunes y la cohesión social se debilitan. En lugar de unir, estas ideologías pueden crear divisiones profundas, donde diferentes grupos se ven como competidores en lugar de compañeros en una sociedad unificada.
Relativismo Cultural y Moral
Otra amenaza identificada por Saad es el relativismo cultural y moral, donde todas las culturas y valores son vistos como igualmente válidos, sin un reconocimiento claro de los principios fundamentales que han sostenido a las sociedades occidentales, como la democracia, la libertad de expresión y los derechos individuales. Este relativismo puede llevar a una erosión de los valores que han permitido el progreso y la estabilidad en Occidente.
Autocensura y Libertad de Expresión
La autocensura, promovida por la corrección política y el temor a la "cancelación", es otro "corte" significativo. Saad sostiene que cuando las personas tienen miedo de expresar sus ideas libremente por temor a represalias sociales o profesionales, el debate abierto y la innovación intelectual se ven gravemente comprometidos. La libertad de expresión, un pilar fundamental de las sociedades libres, se ve amenazada, debilitando la capacidad de la sociedad para enfrentar y resolver sus problemas de manera efectiva.
Educación y Medios de Comunicación
Saad también destaca el papel de las instituciones educativas y los medios de comunicación como agentes en la propagación de ideas que contribuyen a esta "muerte por mil cortes". Cuando las universidades y los medios priorizan ciertas ideologías por encima de la búsqueda objetiva del conocimiento y la verdad, se crea un ambiente donde el pensamiento crítico y la diversidad de ideas son suprimidos. Esto, a su vez, limita la capacidad de las personas para cuestionar y desafiar las narrativas predominantes.
Victimización y Cultura de la Queja
Finalmente, Saad señala la proliferación de una cultura de victimización y queja, donde se enfatiza constantemente el agravio y el resentimiento, a menudo a expensas de la responsabilidad personal y la agencia individual. Esta mentalidad, argumenta, puede fomentar un sentido de impotencia y dependencia, minando el espíritu emprendedor y la resiliencia que han sido característicos de las sociedades occidentales.
En resumen, la "muerte por mil cortes de Occidente" según Gad Saad, es un proceso gradual y multifacético donde diversas ideologías y movimientos, aunque bien intencionados en muchos casos, están colectivamente debilitando los fundamentos culturales, sociales y políticos de las sociedades occidentales. Saad aboga por una revalorización de los principios de la razón, la libertad de expresión y la cohesión social como medios para contrarrestar esta tendencia y preservar la vitalidad de Occidente.
La visión de Saad es pesimista, en los primeros capítulos del libro describe su infancia en Beirut como un niño judío, y cómo tuvo que huir con su familia cuando estuvieron a punto de matarlos por ser judíos. Para Saad el mecanismo por el que se produce el odio irracional a los que profesan una religión es el mismo que provoca tantas ideas irracionales hoy en día. Las emociones se imponen al pensamiento racional. En su opinión este es el cáncer que está corrompiendo las democracias liberales de Occidente.