Acabo de leer una noticia publicada en Vózpópuli en la que se informa de que ha habido un incremento de un 40% en las solicitudes de acreditaciones del título de médico y la especialidad para trabajar en la Unión Europea. La gran mayoría de los solicitantes tiene menos de 36 años. La emigración de médicos sigue aumentando de año en año. De seguir esta tendencia la situación será dramática, y de no resolverse de alguna manera habrá una notable falta de profesionales en los próximos años que es muy preocupante. La situación con las enfermeras es mucho peor, peor es un tema con el que no estoy familiarizado por lo me voy a centrar en los médicos.
En este post hago una reflexión sobre las que creo que son las razones por las que se está produciendo esta situación. No tengo datos objetivos, sólo impresiones después de hablar con muchos médicos jóvenes de mi especialidad, psiquiatría, y de otras. Hace casi dos años ya publiqué otro post sobre esta cuestión, y desde entonces la situación ha empeorado.
Salario
Los salarios de los médicos españoles son muy inferiores en promedio a los de otros países europeos, incluso si se comparan ajustando con el nivel de vida de estos países. Los MIR que trabajan en grandes ciudades, y tienen que pagar un alquiler, viven en una angustia económica permanente por si les reducen el número de guardias, lo que provoca una reducción salarial. Y esto ocurre si se aumenta el número de residentes por año, como ha ocurrido en psiquiatría. Me han contado casos en que los residentes que viven en Madrid, con sus padres, transfieren algunas de sus guardias a compañeros que proceden de otras ciudades y tienen que pagar un alquiler. Incluso en los médicos adjuntos hay una gran demanda para hacer guardias, y así poder pagar los gastos de hijos, hipoteca, etc. Esto no ocurre en muchos países europeos. Hoy, por ejemplo, he tenido conocimiento de una oferta de trabajo para psiquiatras en Bélgica en la que el salario mensual era de 15.000 Euros.
Cambios en la estructura familiar
Para los médicos treinteañeros actuales el sueño de crear una familia y echar raíces es, eso, un sueño. El sueldo no da para mucho, y eso después del enorme esfuerzo que supone la carrera de Medicina, la preparación del MIR, y los cuatro o cinco años de formación MIR con un escaso sueldo. Pero esto también significa que pueden moverse con más libertad a la hora de cambiar de ciudad en busca de mejores oportunidades laborales, tanto en Europa como en la Unión Europea.
Por otro lado la Medicina es una profesión muy feminizada. Casi el 90% de los médicos son mujeres. Y hay una diferencia importante entre hombres y mujeres en el enfoque de su carrera profesional. La media de edad en que las mujeres españolas tienen su primer hijo es de 33 años. Por otro lado el promedio actual de hijos por mujer (tasa de fecundidad) es 1,16. También hay muchas mujeres que deciden no tener hijos, y esto permite mayor movilidad geográfica, y las decisiones sobre su carrera profesional están menos condicionadas por tener hijos a cargo.
Desgaste profesional
Cualquier multinacional tiene potentes departamentos de Recursos Humanos que se ocupan de "cuidar el talento". Esto se traduce en numerosos beneficios sociales de muy diverso tipo. Se hacen estudios de clima laboral, y cuando surgen conflictos intervienen, analizando la situación y dando soluciones. Nada de esto ocurre en los hospitales, o en áreas sanitarias del Sistema Nacional de Salud. El médico se siente como una pieza más de un engranaje en el que el objetivo principal es atajar la lista de espera, y cumplir los innumerables protocolos que exigen las agencias de calidad para que el hospital sea acreditado.
Los médicos no se siente cuidados ni apoyados por los hospitales para los que trabajan. Conozco grandes despachos de abogados en los que cuando los abogados junior se tienen que quedar hasta tarde les abonan el taxi o el UBER para regresar a su casa. Otras multinacionales les dan un bono mensual para gastar en UBER. Si esto se lo propusieran a un responsable de Recursos Humanos de una Consejería de Sanidad para los médicos, cuando tienen que regresar a su casa después de una guardia, y tienen media hora de trasporte público, seguramente se partiría de risa. Aunque luego no se reiría tanto cuando puestos de médico que ofrece se quedan sin cubrir porque muchos se han marchado al extranjero.
Falta de estabilidad
La falta de estabilidad ha sido uno de los grandes problemas del Sistema Nacional de Salud. Ha habido médicos que han estado 15, 20 ó 25 años de interinos. Algunos incluso se han jubilado en esta situación. Parece que esto está en vías de solucionarse con el aluvión de convocatorias de estabilización aunque se tardará años. Con la parsimonia habitual de la administración es posible que muchos adjuntos jóvenes se pasen de cinco a diez años de interinos. Algo inadmisible.
El fin del meritoriaje
Hace unos meses leía un artículo en el que un reputado médico se lamentaba de la falta de ambición que, en su opinión, tienen los jóvenes médicos actuales, ya que tenía dificultades para encontrar colaboradores para sus proyectos de investigación. Creo que en realidad se estaba lamentando de que no encontraba colaboradores que trabajaran de "meritorios" (según la RAE, la definición de meritorio es "Persona que trabaja sin sueldo por aprender y hacer méritos para ocupar una plaza remunerada"). Es decir, este colega esperaba que le ayudaran en ensayos clínicos por los que iba a recibir una retribución importante, y a sus meritorios no les iba a pagar nada. Y el tiempo de trabajo en los proyectos de investigación no se los tenían en cuenta, por lo que el trabajo asistencial lo tenían que sacar adelante por las tardes. Y por supuesto, el valor curricular de ese trabajo era nulo.
Seguramente, este reputado colega había sido en los inicios de su carrera también un meritorio, y ahora asumía que las reglas de juego son las mismas. Esto ocurría hace 20 ó 30 años porque había paro médico y costaba colocarse. Había un acuerdo tácito: tu trabajabas gratis para el jefe, y luego él te colocaba. Por ello era habitual que los residentes al terminar se quedaran trabajando en el área sanitaria. Pero esto ya no es así. Los jefes ya no te pueden garantizar que te contratarán. Y si no te gusta la ciudad o el tipo de puesto que te ofrecen, simplemente te cambias de ciudad o de área sanitaria. ¿Para qué vas a estar de meritorio del jefe si luego no te garantiza trabajo? Lo de dorarle la píldora al jefe para quedarte en el hospital al terminar la residencia ocurre cada vez menos.
Proyecto de vida diferente
Creo que los jóvenes que entran en la treintena en España, no sólo los médicos, tiene una perspectiva diferente, un proyecto de vida diferente. Quieren trabajar para vivir, y no al revés. Están más abiertos a tener experiencias nuevas, conocer ciudades y gentes diferentes, ver cómo se trabaja en otros sitios. Es cierto el tópico de que "En España se vive mejor que en cualquier otro sitio" pero todo dentro de unas condiciones razonables.
Pero sobre todo es la economía...
La razón principal de la emigración siempre es económica. Así ha sido a lo largo de los tiempos, y ahora también, en todas las profesiones y oficios. Cuando un médico termina su residencia tiene 29-30 años, va a tardar 5-6 años en tener hijos, si es que los tiene, y cuando ve el sueldo de interino que le ofrecen, y una agencia de reclutamiento le hace una oferta con un sueldo cuatro veces superior es lógico que le entren dudas. Le pagan una visita al hospital que ofrece el puesto, también ve la calidad del trabajo, la carga asistencial, los días de vacaciones, el sueldo que obtendría haciendo menos guardias, y el respeto por parte del hospital. Entonces aún le entran más dudas.
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